domingo, 22 de julio de 2012

Volvió a suceder.

Que sí. Que esta mierda ha vuelto bien fuerte.
Os contaré a continuación:
Ayer me atiborré a comida con mis amigas y mis padres:
Palomitas, un trozo de pizza, calorías y más y más y MÁS... 
Como ya sabéis la puta obsesión con la comida me atormenta las 24h al día (como no, si no no tendría eso, loooooooool, lo repito 912837981723 veces).
Hoy me levanté con la esperanza de no provocar bocado aprovechando que mis padres se iban todo el día con mi barco, y pues bueno, eso me alegró... pero cuando mi hermano acabó de comer yo estaba allí, junto a él, en la cocina... después de haberse comido 92187319827398127381723 calorías ya lleno,  se dejo media pizza. Subí corriendo a mi habitación, no, no podía comer si no me ensuciaría. Al pasar el rato bajé corriendo me comí rápidamente el trozo de pizza y dos tortitas de maíz con chocolate por la puta ansiedad. Me sentía tan mierdamente culpable, tan destrozada... pobre foca que no sabe ni controlarse, así me va en la vida y efectivamente, después de 2 meses... vomité entre sollozos.
Yo creía que esto ya estaba superado y que no iba a volver a pasar y pues cuando menos te lo esperas sucede. Me sentía mal por no haber vomitado todo pero a la vez libre de haber tirado todo ese veneno que me hace sentirme así, es un círculo viciosa.
Estoy perdida, quiero comer, quiero comer hasta no poder parar... pero no, no debo me da tanto miedo la comida, esa puta grasa que molesta y acompleja es mi mayor tormento.
Miles de preguntas por mi cabeza corren...
¿Qué debo de hacer?
¿Necesito ayuda?
¿Realmente tengo un trastorno? A mi no me parece que sea.
¿Cuándo ocurrió todo esto?
Pero mi voz interior responde a todas ellas con un:
Cállate, lo único que eres es una gorda. Fin
Pfffffffff, tengo ganas tremendas de que llegue mañana para ir a spinning y quemar toda esa grasa que zampé. Lo que me puede llegar a afectar comer ese tipo de comida chatarra, no es normal, no... me quita las ganas de vivir. Increíble ¿No? Solo es comida pensarás. NO. Esa comida se digerirá y se convertirá en grasa por todo mi vientre, piernas, caderas... y será lo que te haga verte gorda y tengas que recurrir a esto.
Odio esto. Odio mi vida. Odio ser gorda.

                                            Quiero esto... nada más.

lunes, 16 de julio de 2012

Os saludo desde mi mundo.

Buenas, hace ya mucho que no actualizo, como dos meses y hoy sentí la necesidad de desahogarme de nuevo.
Si leéis mi entrada anterior, os conté todo lo que me pasó... la semana más dura de mi vida.
Estuve sin comer nada, para algunas será algo normal pero para mi fue el extremo y nunca pensé que llegaría a eso aunque debo de decir, que por una parte me agradó bastante.
Era horrible levantarte y sentirte vacía, como que necesitabas algo, no ser nada feliz, odiarte, ver como toda tu familia se parte por tu culpa, tener que aguantar como tus padres no te hablan ni te miran a la cara por ello... lo más horroroso  que viví.
Desde entonces nunca jamás volví a vomitar ni a ayunar, (porque mi familia a partir de ahí se fijan demasiado en mi y no vomito por miedo a que me descubran).
Claramente, no quiere decir que mi problema a raíz de ello se solucionara por completo, aun me levanto pensando en la comida y me duermo pensando en la comida, nada ha cambiado sobre esto.
El mes pasado mi madre decidió llevarme al nutricionista para que me aconsejara como poner adelgazar comiendo sano. El médico, lo primero que hizo, fue pesarme y medirme: 1'65 y 60kg. (peso normal). 
más que nada me pegó la charla de porque hice esas cosas y que bueno, ahora estaba ahí para ayudarme a saber comer. Llegamos al acuerdo de que podía llegar como máximo a los 55kg y cada mes tenía que adelgazar como máximo 1kg.
Este mes fuí de nuevo, no quería porque creí haber engordado 2kg o así.
El momento más esperado, cuando iba a subir al peso... estaba temblando y no podía controlarme:
58kg, había perdido 2kg.  Al respecto, para mi no era un gran logro pero el médico me dijo que era una barbaridad y que no podía hacer eso. Llegamos a la conclusión de que si seguía así tendría que volver al psicólogo (pero yo creo que lo dijo para asustarme, namás).
En la actualidad sigo con esta puta obsesión que poco a poco me destruye.
Echo de menos ser aquella niña que no contaba calorías...
Aquella niña que solo se dedicaba a sonreír y a comer sin sentimientos de rabia y culpabilidad...
Aquella niña frágil y dulce que le sobraban unos kilos de más...
Les mando todo mi odio a esta sociedad y a mi familia por hacer que acabe así....
Porque yo ahora no como comida, si no que como culpabilidad....
Yo pensaba que esto solo me iba a durar un par de semanas, y aquí estoy...
Nunca pensé que llegaría a esto, nunca...


Yo en la actualidad.